Mi reflexión, aplicada a mi campo, sobre lo que ha pasado y lo que pasará:
De célula a célula: tú y yo, no somos nadie, pero juntas hacemos un tejido rico, rico... Así que mueve tu flagelo y pongámonos a reconstruir lo que nos han comido los lobos.
El gobierno, viene a ser la parte más parecida al cerebro (por mucho que hoy en día, para muchos, el homólogo más directo esté al final de la espalda...). Un cerebro tiene dos hemisferios y se nutre de lo que le dicen los sentidos, es decir, todas las variables que se ven, que se tocan, que se escuchan, que se huelen y que se saborean. Esas sensaciones, somos nosotros: la sociedad. Las sensaciones que llegan al cerebro vienen de tooooodo el cuerpo y cuando ese cuerpo funciona bien, sencillamente, tiene la razón. Cerebro y sensaciones, se necesitan. El cerebro no puede salir de su cráneo y necesita saber que es lo que pasa por ahí, estimularse y coordinar el cuerpo. Todo fluye: Mucho ruido, mando las manos a las orejas, que me desequilibro, me espatarro, que me hace mucho calor, me quito la chaqueta. Todas estas pequeñas acciones tienen como único objetivo, que el cuerpo esté en un continuo estado de bienestar...
Dentro del cuerpo, donde nadie los ve, están los órganos. Son muy importantes, les necesitamos para vivir, pero la verdad es que no nos damos cuenta de que están ahí, hasta que se ponen malos... Tenemos el Hígado bank, los pulmones económicos, el mercado del páncreas, el corazón central del país, riñones S.A., intestinos & asociados... Éstos órganos, no se rigen directamente por las sensaciones, pero el estado de bienestar de las mismas, les beneficia sobremanera. Cuando alguno de ellos, se pone pocho, el cerebro centra toda su atención en él, hace que las sensaciones disminuyan su actividad, y se mete en una cama a recuperarse... Durante este tiempo, las sensaciones se limitan a lo básico, sábana suave, calorcito, equilibrio sin problemas... Es aburrido, pero todo está bajo control. Cuando el órgano se recupera, las sensaciones, vuelven a la carga a darlo todo.
Pero un día, en medio de un viaje al bosque, los órganos se empezaron a encontrar mal y a forzar al cerebro a que les prestara atención. El cerebro, consultó con su otro hemisferio y se focalizó en ellos, y les concedió lo que necesitaban, pero claro, estábamos en el bosque y no teníamos cama... Así que las sensaciones se hicieron cargo de la situación. "Nosotros os sacaremos de aquí". Pero entonces los órganos empezaron hacer cosas crueles... El hígado bank y los mercados económicos empezaron a quitar fuerza a los músculos pymes, nos pusimos amarillos y nos empezaron a picar mosquitos, quitándonos sensibilidad en esas zonas, y provocando un picor que distraía mucho... Los riñones S.A. y los intestinos & asociados, empezaron a acumular desechos y desechos del hígado bank y el mercado del páncreas, haciéndonos doblarnos del dolor y tener que seguir nuestro camino a cuatro patas. De vez en cuando, los pulmones económicos, nos daban un respiro, y cogíamos un poco de más fuerza, pero cada vez se hacía más difícil respirar... El corazón central del país, trabajaba sin descanso, pero no parecía dar a basto...
Con heridas en las manos, en las rodillas, cada vez menos fuerza y menos oxígeno, las sensaciones solo podían transmitir al cerebro dolor, frustración, falta de atención... al fin y al cabo, ellas eran las que estaban intentando sacarnos del bosque para recuperarnos!! Pero entonces el cerebro, tomó una decisión. "No podemos centrarnos en los órganos, mientras las sensaciones sigan dándome estos mensajes". Así que empezó a desconectar los vínculos con ellas. Desconectó la vista; ya no tenía ojos en la realidad. Desconectó el oído; no podía escuchar los animales acercándose. Desconectó el tacto; el frío tenía el camino abierto.
El cerebro empezó así a mandar sus fuerzas única y exclusivamente a los órganos. Éstos parecían insaciables... pero poco a poco, a fuerza de perder neuronas, parecía que se iban recuperando. Por lo que estaban extrayendo del cerebro, más les valía estar recuperándose!! El cerebro, vio que, aunque las estructuras temblaban un poco, los órganos producían por lo menos un poquito, no como para compartirlo, pero sí por lo menos para mantenerse funcionando.
Viendo este pequeño respiro, el cerebro tiró cable y volvió a reparar las conexiones con las sensaciones, con la intención de volver a la normalidad. Pero de repente, todas las sensaciones estaban en alerta!! Durante esa desconexión, nos habían atacado los animales, el frío nos había congelado los miembros, y en la oscuridad de la noche, no conseguíamos ver nada... Las sensaciones miraban al cerebro pidiendo ayuda desconsoladamente, "¡necesitamos sangre nueva de los mercados del páncreas! ¡¡tenemos muchas heridas!!" "haz que el banco del hígado se deshaga de las bacterias que se nos han colado por ahí" "necesitamos que el corazón central del país, trabaje más fuerte y nos haga llegar la sangre!!" "los riñones S.A. e intestinos & asociados pueden limpiar todo este desastre y ayudarnos a ser más fuertes" "¡¡¡esos pulmones económicos, que no paren hasta que el oxígeno llegue a la piel!!!
Pero entonces el cerebro se asustó. Se dijo "si he tenido que dar tanto de mí, para que funcionaran los órganos, si los pongo a trabajar a este ritmo, los voy a perder otra vez!!! Por otro lado, cuando he cortado las conexiones con las sensaciones... no ha pasado mucho...". Así que el cerebro, otra vez consensuando hemisferios, engañó a las sensaciones para que se exprimieran al máximo hasta que llegaran al hospital UE y una vez ahí, cortó las conexiones.
En el hospital, todo parecía ir bien. Las medicinas llegaban directitas a los órganos, que hasta hacían que las células que antes estaban pochas, fueran más grandes... El cerebro estaba encantado y se sentía más seguro de poder conectar de nuevo con las sensaciones. Hecha la conexión, el cerebro puso su mejor sonrisa y explicó a las sensaciones que lo había hecho en beneficio del cuerpo. Pero el ataque del bosque había sido brutal... Algunas partes del cuerpo habían sido arrancadas por lobos y el tacto, ya no tenía nada que hacer... La vista, había estado en la oscuridad tanto tiempo, que no era capaz de reubicarse en el espacio; el oído, había estado tan expuesto a los elementos que tenía un pitido continuo, que le recordaba una y otra vez, lo abandonados que les había dejado el cerebro.
Estaban muy enfadados con el cerebro, que ahí encerradito en el cráneo, no se había dado cuenta de lo duro que había sido estar en el bosque. Las sensaciones, se pusieron de acuerdo y quedaron que se apoyarían las unas a las otras, intentando no pasar por el cerebro. "Vamos a funcionar por impulsos y reflejos a la médula" "Tú, no nos has ayudado". Y fueron ellas entonces las que desconectaron del cerebro, dejando sólo una señal. El pitido constante, que le recordaría al cerebro, lo mal que lo hizo esa noche en el bosque.
Las sensaciones empezaron a recuperar terreno poco a poco. Aumentaban el pitido al cerebro, haciéndole sentir, que ellas mismas podrían superar la adversidad. El cerebro, carente de sensaciones, en la oscuridad, solo, intentaba encontrar cariño en los órganos, pero éstos sólo le querían por el interés... cada hemisferio echaba la culpa al otro de lo ocurrido "si yo hubiera sido el dominante, lo hubiera hecho mejor" "ya, pero entonces ¿por qué no te opusisteis a que ayudara a los órganos?
El cerebro, intentó por todos los medios recuperar las sensaciones, pero el tacto y sus amigos, habían perdido la confianza en el cerebro... "Ya no te queremos. Hicimos lo que nos pediste y no nos dimos cuenta de que todo lo hacías por los órganos. Este cuerpo está herido. Pero estamos aprendiendo a reconstruirlo. Cuando nos juntamos dos células, podemos reconstruir un poquito, cuando nos juntamos millones de células, podemos reconstruir un miembro entero. Vamos a ser tan importantes, que los órganos nos empezarán a tener más en cuenta".
Cuando vieron en el hospital UE la gravedad del problema, llamaron a los especialistas, y decidieron, que lo mejor era extraer las antiguas neuronas, e insertar unas nuevas, que consiguieran arreglar las conexiones tan importantes y necesarias para el funcionamiento del cuerpo, como son las sensaciones.
Este domingo, elegimos nuevo cerebro.
